¿CUPIDO TIENE MALA PUNTERÍA? Te contamos acerca de las 9 Señales de Alerta Para Detectar Una Relación Tóxica
Hay que aterrizar, el amor no lo es todo y quizá no es que Cupido haya lanzado incorrectamente su flecha, sino que es totalmente real que estar en pareja no es del todo sencillo y mantener un equilibrio y aún más, armonía en una relación es un reto fácil de asumir pero en ocasiones, difícil de cumplir.
Una relación de pareja debe vivirse y no sufrirse, cuando el rumbo cambia y las diferencias, discusiones, comportamientos y actitudes llegan a ser tan frecuentes que incluso se tornan nocivos afectando el estado emocional de un integrante o ambos, se puede llegar a dinámicas peligrosas que pueden caer en vulnerabilidad o en el peor de los casos violencia psicológica.
A veces ciegan los sentimientos, en ocasiones sucede que al estar inmersos en cierta situación resulta complicado tener una visión objetiva de la misma y es difícil aceptar cuando el amor está de capa caída. Poniendo los pies en la tierra y el corazón en la persona o pareja correcta… ¿cómo detectar una relación tóxica?
¡CUIDADO! SEÑALES DE ALERTA, TU RELACIÓN ES TÓXICA SI:
1. Ejerce un gran poder sobre ti
Hacer planes para ambos sin contar contigo se ha vuelto algo cotidiano, te aleja de tus amigos y suele hacerte sentir culpable utilizando el método del chantaje. Poco a poco y en ‘bajo perfil’ va consiguiendo en ti un poder superior incluso al que tienes tú mismo… porque tú se lo has dado.
2. Te limita , reprime o inhibe al expresarte
De un tiempo a acá, tu espontaneidad ( en pareja o acompañado) ha disminuido e incluso podrá llegar a haber desaparecido y la razón se resume a que tratas a toda costa de evitar malas caras, distanciamiento, momentos incómodos, discusiones, o reclamos.
3. Minimiza tus éxitos y problemas
si ha tenido un mal día, momento o problema tú siempre estás demostrándole apoyo incondicional , escuchando y de ser posible darás algún consejo; de igual forma compartes alegrías y éxitos, pero cuando se trata de ti sabes que no será alguien con quien puedas contar para buscar soluciones o sentir menos tristeza y si tienes un logro esperas de su parte un desdén.
4. Sexualmente ya no compaginan igual que antes
Está claro que el sexo sí importa en una pareja y has notado que la parte sexual ha cambiado; los encuentros ya no son tan frecuentes, han dejado de ser placenteras o son menos excitantes, se ha perdido la conexión o incluso, cedes a prácticas que no son de tu agrado; cuidado, aquí en el peor de los casos se puede llegar a la violencia física o agresiones sexuales.
5. Tienes miedo de sus reacciones
Bueno o malo, has dejado de contarle lo que te pasa. Evitas expresarle tus inquietudes y más aún si se trata de algún desacuerdo porque todo se lo toma a mal, acabas siempre cediendo porque de lo contrario, sabes que podría haber una discusión o un distanciamiento.
6. Te aleja de tus principales vínculos sentimentales
Se llama posesión y la meta es controlarte, alejándote de las personas más importantes que te rodean conseguirá que solamente con ese ‘alguien’ sientas apoyo y cercanía. El proceso es tan progresivo que cuando te des cuenta te habrás aislado y lo peor de todo es que también te hará sentir culpable.
7. Siempre es víctima y tú eres culpable
En su visión, adopta el papel de víctima y tú eres el culpable de todo lo que pase entre ambos y peor aún, de lo que individualmente le acontezca. Sus celos son enfermizos y la autocompasión es un estado permanente, culpándote a ti de todo lo que le pase, por si fuera poco se enfada cada vez que no haces lo que quiere.
8. Esperas que cambie y le das el beneficio de la justificación
Tu relación de pareja es ya exageradamente nociva, tu amor propio ha quedado en el olvido, no hay respeto y ambos han sacado su peor versión y ahí se han instalado. Las humillaciones y malos ratos son cotidianos y están cargados de negatividad, sin embargo, esperas un cambio y optas por el camino de la justificación.
9. Confundes el amor con la obsesión
El amor es libertad, amar a una persona significa darle alas y hacer que estas crezcan y no viceversa; cuando una relación es tóxica, ese ‘alguien’ no te controla porque te quiera, sino todo lo contrario. Es obsesión y te manipula, en nombre del amor.